Qin. Fundamentos del primer imperio en China

Julio López Saco

El reino Qin (秦朝), uno más entre varios durante el período o Era de los Estados o Reinos Combatientes (Zhanguo戰國王國 481-221 a.e.c.), remonta sus arcaicos orígenes al siglo IX a.e.c. En esta época, el rey de Zhou (周, dinastía reinante entre 1080 y 221 a.e.c.) le concede unas tierras y los ingresos que éstas produzcan, a un criador de caballos de nombre Feizi. El cuarto sucesor de Feizi adquiriría ya el título de duque (zhuang), que los distintos miembros del linaje portarían hasta el año 325 a.e.c., momento en el que adoptan el de wang (王) o rey.

El poderío y estatus de Qin se fundamentará en su prestigio militar, obtenido en las luchas llevadas a cabo contra pueblos bárbaros como los Rong (榮), los Tanguts (Tonggusi 通古斯, tribus étnicamente no chinas, antepasados de los manchúes 滿文), o los Uigures, así como en la penetración de sus ejércitos en las regiones montañosas, pobladas por tribus no chinas, y en las ofensivas contra sus reinos vecinos orientales, Han, Wei y Zhao.

El príncipe Zheng (政, 259-210 a.e.c.) va a lograr, por la fuerza de las armas, establecer el primer imperio unificado en la historia de China. Al terminar la conquista de los otros seis reinos sobrevivientes, en 221, Yin Zheng adquiere el título de Soberano Augusto, Huangdi, una apelación que se convertirá en oficial. Este título se relaciona con Huangdi 黃帝 o Emperador Amarillo.

Con la unificación y el mantenimiento de la nueva situación manu militari, desaparecen los estados y las familias feudales, expropiados, y se establece una  burocracia imperial centralizada, encabezada por el propio emperador, inmediatamente seguida por el primer ministro o canciller, y por un ministro militar y el secretario mayor, para continuar, en este proceso jerárquico de extrema verticalidad, en un nivel provincial, con los gobernadores, bajo cuyo control estaban un comandante y un prefecto. Esta distribución jerárquica vertical plantea la presencia, en todo momento, de funcionarios civiles y militares, con un poder semejante para ambos.

Este sistema administrativo, para cuya realización contó con el apoyo de su consejero principal, Li Si (李斯), se dividió el territorio en treinta y seis provincias o distritos militares (luego aumentados a cuarenta y ocho). Esta estructura territorial fue acompañada por diversas medidas de férrea unificación: la creación de un único tipo de moneda, de cobre y de forma circular, con un agujero cuadrado en el centro; la uniformación del sistema de escritura y de las medidas de capacidad y longitud; y la unificación de la longitud de los ejes de las ruedas, así como una forzada uniformidad cultural realizada a través de la quema de libros confuciana. De hecho, el emperador acogió al Legalismo (Fajia 發佳 legalistas; faxue jia 法學家 juristas), como referente ideológico al servicio del Estado.

Del mismo modo, se llevó a cabo la construcción de una extensa red de carreteras imperiales y de canales de irrigación. También es la época del inicio de la construcción de la célebre Gran Muralla. Este sistema defensivo surge de la unión de los distintos lienzos de muralla y fortificaciones que habían quedado como vestigios de los reinos feudales o principados. Hecha con tierra apisonada y madera, su finalidad era de carácter defensivo, para proteger el imperio de las incursiones nómadas, especialmente de los xiongnu (匈奴) grupos nómadas esteparios, llamados Hunos, poblaciones ganaderas nómadas ahora, en este tiempo, confederadas y, por ende, una amenaza muy peligrosa. No obstante, otras finalidades de la muralla pudieron ser la de avanzar territorio en el Zhongguo (中國) así como la de servir de vía comercial.

El hundimiento definitivo de Qin pudo haberse motivado por distintos factores que hicieron inviable el despotismo del soberano, como las interminables operaciones militares o la amplitud de las grandes obras, en las que trabajaba mano de obra forzada, como la construcción de ciudades, los canales, o el palacio en la capital Xianyang (咸阳), al margen de la tumba del emperador en el monte Li. Un descontento popular se sumó al odio de la antigua nobleza, despojada de sus derechos y bienes, y también de los letrados (Ru, Ru Jia ), cuya crítica se había silenciado con la proscripción de obras confucianas.

La muerte del Primer Emperador ocurre en 210 a.e.c., trayendo consigo revueltas e insurrecciones populares encabezadas por Chen Sheng y Wu Guang, a las que se sumó la antigua nobleza de Chu. Fue en este ambiente donde Liu Bang (劉邦), un pequeño funcionario de Qin salido del entorno popular, aumentaría su autoridad como jefe de las bandas de insurgentes. Aunque en un principio empezó a combatir bajo las órdenes de Xiang Yu, que lo había nombrado príncipe, pronto entable la lucha contra él, y acaba eliminándolo, proclamándose emperador con el nombre de Gaozu (): esto es, Supremo Antepasado y convirtiendo a los confucianos en los ideólogos oficiales del Estado. Será el primer dinasta Han (漢朝), o segundo imperio (206 a.e.c.-220).

Conviene recordar que el nombre “China”, con el que se conoce al país desde Occidente, procede del sonido de la pronunciación Qin. De hecho, Da Qin 大琴 o Gran Qin, es el nombre que se aplicaba en las fuentes chinas al Imperio Romano.

Los primeros Han serán, en consecuencia, continuadores y herederos de Qin. En las bases de su poder predominarán los mismos conceptos en el ámbito filosófico y religioso presentes en el primer imperio: el sistema de correspondencias (el pensamiento correlativo), que es la base del entendimiento del funcionamiento del universo y del ordenamiento y las transformaciones de la sociedad, así como las creencias taoístas en los círculos de adivinos y taumaturgos. La gran diferencia será la adopción del confucianismo como marco social e ideológico del Estado.

 

Para saber más

 

Balazs, E. (1974), La burocracia celeste. Historia de la China imperial, edit. Seix Barral, Barcelona; Franke, H., & Trauzettel, R., (1984), El imperio chino, editorial siglo XXI, Madrid; Lombardi, Denys, (2000), La China Imperial, colección Idea Univ., Barcelona; López Saco, J., (2008), La antigüedad china. Reflexiones de Historia Antigua de Oriente, edit. Comala.com, Caracas; López Saco, J., (2008) “Las formaciones imperiales de China: dinastías Qin y Han”, Revista de Arqueología, nº 328 (España), pp. 42-51; Lewis, M.E. (2010), The Early Chinese Empires: Qin and Han, The Belknap Press, Harvard University Press, Cambridge, MSS; Loewe, M. (2006), The Government of the Qin and Han Empires: 221 BCE-220 CE, Hackett Publishing, Indianápolis; Montenegro, A., (1974), Historia de la China antigua, ediciones Istmo, Madrid; Pines, Y. & Von Falkenhausen, L. & Shelach, G. & Yates, R.D.S. (Edits.) (2013), Birth of an Empire. The State of Qin Revisited, Unuvversity of California Press, Berkeley.

Fuente: Julio López Saco (AVECH).

By Published On: jueves, 2 de marzo de 2023Categories: AVECH, Noticias0 Comments on Qin. Fundamentos del primer imperio en ChinaTags: , , 5,8 min read