Shiji. El más antiguo libro de historia en China

Julio López Saco

Shiji, que se puede traducir como Recuerdos de la historia o Memorias Históricas, aunque también nombrado Taishigong shu, escrito por el historiador Sima Qian (siglos II-I a.e.c.), suele considerarse como la primera historia sistemática general de China, con un cierto valor histórico, en tanto que incluye citas de acontecimientos concretos y biografías de los personajes más relevantes de un largo período temporal, aquel que abarca desde los oscuros y atemporales inicios míticos hasta la dinastía Han (206 a.e.c.-220). Ese relativo valor histórico debe entenderse, no obstante, en el sentido de que, a pesar de la evidente parcialidad de los historiadores de la antigüedad china, intentaron seguir algunos patrones metodológicos de lo que puede considerarse como crítica histórica, refiriendo cronologías y abarcando diversos ángulos de las épocas tratadas, que discurren desde los aspectos socio-políticos hasta los culturales y geográficos.

En ciento treinta volúmenes se recogen biografías de reyes, generales, nobles y grandes dignatarios, abarcando los ámbitos político, económico, geográfico y social, además de mítico-legendario, incluyendo, asimismo, varias tablas cronológicas que fechan los reinados desde el siglo IX a.e.c. hasta los tiempos del autor y del notable emperador coetáneo Han Wudi.

Aunque en Shiji no se incluyen los reinados y los acontecimientos destacados de más de cuarenta monarcas de las primeras dinastías, Xia y Shang, el tiempo histórico principia con las personalidades nombradas Yao y Shun, a los que los primigenios y arcaicos dioses del panteón tradicional se someten. En síntesis, por consiguiente, estaríamos ante la primera historia dinástica que narra hechos acaecidos entre el gran patriarca chino Huangdi (Emperador Amarillo) y la contemporaneidad del autor; esto es, unos dos milenios y medio que incluyen recuerdos del Neolítico y la Edad de Bronce. La visión de este larguísimo período plantea un ángulo de reflexión político-moral que servirá de modélico paradigma para las ulteriores historias dinásticas. Será así como en estas Memorias Históricas se encontrarán evidentes referencias textuales al Shujing (Clásico confuciano de los Documentos) y a Mencio, hecho que conlleva aires confucianos que subliman las virtudes de los buenos gobernantes y administradores, al igual que ocurre en el mencionado Shujing.

En la época dinástica Han, precisamente, la obra adquirirá el estatus de ortodoxa, como la verdadera versión de los eventos históricos y el modelo ideal de escribir la historia antigua. Su autor buscó con ahínco la aprobación y justificación de los biografiados al vincularlos con los sabios míticos de la Edad Dorada de la antigüedad, Yao, Shun y Yu; es decir, relacionándolos íntimamente con la genealogía divina. Además, en la obra surgirá un nuevo panteón divino en donde el Emperador Amarillo se convertirá en la deidad principal, fuente de la civilización y la historia cultural china, preeminencia sometida a su adopción por parte de los filósofos taoístas en la época en la que esta corriente empezaba a gozar del favor de los gobernantes.

Los capítulos de la obra se dividieron en cinco grupos principales; a saber, anales imperiales, en doce zhuan de benji; tablas, (diez biao), que ofrecen la concordancia cronológica de los regentes de diferentes estados pre-imperiales y genealogías de familias ennoblecidas; tratados, (ocho shu), referencias históricas sobre aspectos cruciales para el buen gobierno, como la música, el ritual, la astronomía y la economía agrícola; las casas hereditarias (shi jia) más relevantes del momento, en treinta zhuan, historias de los grandes estados pre-Qin, así como biografías de Confucio y de otras personalidades relevantes y; finalmente, las biografías, en setenta zhuan, de figuras prominentes, que incluyen materiales e informaciones históricas de pueblos foráneos, pero de notable presencia histórica en las fuentes, como los Xiongnu. Algunos documentos de Estado, tales como los edictos imperiales, así como los reportes de los oficiales, pudieron haber sido incorporados en la compilación inicial de Sima Tan (padre del historiador) y el propio Sima Qian. En cualquier caso, serían empleados al lado de genealogías y diversas tradiciones locales de carácter oral. Lo cierto es que la división de capítulos sería adoptada en las historias dinásticas subsiguientes, sobre todo en Han shu de Ban Gu.

A través de esta grandiosa obra, en definitiva, Sima Qian confeccionó las premisas ideológicas que han dominado, durante siglos, la historiografía china, en especial la idea de una unidad cultural y política del territorio desde los más remotos orígenes hasta la actualidad. Es muy probable que el autor haya usado abundante material mítico proveniente de la tradición oral popular para escribir el monumental trabajo, debido, quizá, a la notable ausencia de fuentes escritas a principios de la dinastía Han Oriental. En último caso, no obstante, no debió aceptar cualquier mito recibido de la tradición oral, sino que seleccionaría sólo aquellos que quería reformular convenientemente en su obra.

Para saber más

Para saber más acerca de esta obra y de su contexto histórico, son recomendables las arcaicas, pero todavía útiles, traducciones de Allen, H.J., (Trad.), Ssuma Ch’ien’s Historical Records, The Journal of the Royal Asiatic Society, Londres, 1894; y Chavannes, E., (trad.), Les Mémoires historiques de Se-ma Ts’ien (Shih chi), en 6 Vols., edit. Adrien-Maisonnneuve, París, 1967-1969; además, el acercamiento del traductor y comentarista B. Watson, en Records of the Grand Historian, Columbia University Press, Nueva York, 1993 y Records of the Grand Historian: Qin Dynasty, Columbia University Press, Nueva York, 1995; también su Early Chinese Literature, Columbia University Press, Hong Kong, 1962. A estos títulos deben sumarse Loewe, M., Faith, Myth and Reason in Han China, Hackett Publishing, Cambridge, 2005; Ning, Y. & García-Noblejas, G. (Trads.), Relación de las cosas del mundo, edit. Trotta, Pliegos de Oriente, Madrid, 2001; y Nienhauser, W.H.Jr. (Edit.), The Grand Scribe’s Records: The Memoirs of Pre-Han China, Indiana University Press, Indiana, 1994. En chino, se recomienda Sima Qian, Shiji, Shanghai: edic. Sibu beiyao, (1927-1936) y la edición Zhonghua shuju, Beijing, 1972.

Fuente: Julio López Saco – AVECH.

By Published On: viernes, 7 de mayo de 2021Categories: AVECH, Noticias0 Comments on Shiji. El más antiguo libro de historia en ChinaTags: , , 5,4 min read