China, la OMS y los inicios de la COVID-19
Mérida – Venezuela, 15 de febrero de 2021 (Prensa AVECH). Hasta ahora, dentro de las visiones acerca del origen del nuevo coronavirus que trajo consigo la COVID-19 se logran reconocer dos tendencias: una basada en la teoría de la conspiración y la otra que busca apoyarse más en información respaldada por la ciencia. Por el tamiz de ambas visiones pasan temas cruciales que han mantenido al mundo en vilo por varios meses tales como: inicio del virus SARS-CoV-2, debate sobre las medidas preventivas, el tema de las vacunas, número real de muertes, entre otros. A medida que avanzan los días, científicos de todo el mundo siguen trabajando para dar certezas sobre dichos temas, estando seguros que, aclarando esas dudas, de alguna forma es preparar el terreno ante futuras pandemias.
En la búsqueda de respuestas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) envió una Misión a finales de enero a Wuhan, la ciudad China donde hasta ahora la mayoría coinciden que se dieron los primeros casos del nuevo coronavirus. Las labores de los científicos de la OMS culminó la primera semana de febrero y estuvo acompaña por diversos expertos chinos, quienes ofrecieron una rueda de prensa el pasado 8 de febrero.
Si bien no presentaron conclusiones definitivas, algo considerado normal en una investigación de tal magnitud, sí dejaron diversas aristas que merecen la atención pues permiten conocer un poco más sobre el origen de la COVID-19. Las actividades consistieron desde visitas a los hospitales en los que fueron atendidos los primeros casos del virus, inspecciones en el mercado de mariscos considerado al principio como una de las fuentes de los primeros focos, hasta evaluar datos más profundos del sistema de salud chino.
Acerca de las conclusiones, los expertos de la OMS dicen que el primer caso se registró el 8 de diciembre de 2019 y relacionado con el mercado de Huanan, en Wuhan, fue del 12 de diciembre, lo cual los lleva a pensar que el virus se empezó a manifestar en la mencionada ciudad en distintos puntos. Pero no hay información de su existencia antes de diciembre de 2019.
Respecto al origen, aún no hay datos exactos. Peter Ben Embarek, líder del equipo internacional y director del programa de la OMS, dedicó unos minutos en las declaraciones realizadas por los expertos una vez concluido esta primera etapa de investigaciones sobre el terreno. Embarek precisó las cuatro hipótesis en las que estuvieron trabajando. La primera, se refiere a que un animal podría haber transmitido el virus directamente a los humanos; la segunda, plantea que una especie intermedia podría haber dado la introducción del virus de animal a animal y luego a humanos; la tercera, que el virus podría haberse almacenado en la cadena de suministros de animales congelados y de ahí haberse transmitido a los humanos; y por último, se indagó sobre la posibilidad de que el virus hubiese sido fabricado y fugado en un laboratorio.
Los investigadores han considerado como la más probable la segunda opción: “Todo continúa señalando a un reservorio de este virus, o de un virus similar, en poblaciones de murciélagos”, dijo Peter Ben Embarek. Aunque consideraron improbable que estos se encontraran en Wuhan, por lo tanto, el equipo de la OMS intentó encontrar “otras especies animales que pudieron contribuir a introducir el virus” como huéspedes intermedios.
Como era de esperarse la visita no estuvo excepta de polémicas y algunos comentarios sobre el poco acceso a los datos por parte de las autoridades chinas, entre ellas a fuentes oficiales sobre enfermedades como neumonía, gripe y fiebre en la ciudad que quizás pudieran arrojar más luz sobre el inicio de la pandemia. Sin embargo, el epidemiólogo británico John Watson, otro experto del equipo de la OMS, indicó que sí hubo una “discusión franca y amplia” y sostuvo que los chinos compartieron «muchísimos detalles» sobre su trabajo, métodos y resultados.
Fuente: Prensa AVECH.